PANORAMA POLITICO DE LA MATANZA
INDISCUTIBLE TRIUNFO DEL OFICIALISMO
Algunos habían anunciado que en La Matanza los ciclos políticos no se extendían más allá de los dos períodos (ocho años) al frente del Departamento Ejecutivo. Había ejemplos que abonaban esa hipótesis: Federico Russo (intendente 1983/1991) y Alberto Pierri retuvo el poder municipal entre 1991 y 1999 (Héctor Cozzi y Francisco Dileva).
Precisamente el balestrinismo cumplía ocho años administrando la comuna, pero ese fantasma de los ciclos políticos lanzado durante la campaña se derrumbó el domingo 28 de octubre por la noche.
La construcción política realizada por el futuro vicegobernador de la provincia de Buenos Aires resultó ser más perdurable que la de sus antecesores lo que le está asegurando al menos una continuidad de 12 años al frente del distrito más importante del conurbano.
Alberto Balestrini ha demostrado un crecimiento, como figura política, en su liderazgo más allá del distrito. Pero para eso debía tener asegurado el poder territorial sin atenuantes y lo hizo marcando una amplia diferencia con las expresiones opositoras que se presentaron con alguna ilusión.
De un perfil público súper bajo, el actual diputado y presidente de la Cámara baja viene tejiendo su futuro político aprovechando la coyuntura política nacional que lo muestra a él como una figura de la renovación del peronismo bonaerense. Su imagen de dirigente no “manchado” es utilizada por el kirchnerismo y Balestrini a su vez usufructúa el envión ganador que protagoniza el matrimonio patagónico.
Sin embargo, a partir del 10 de diciembre, cuando se transforme formalmente en el vicegobernador de Daniel Scioli se acabarán los tiempos de las excusas. Ya no se podrá derivar cualquier reclamo de mejora estructural (y también en el día a día) en falencias presupuestarias producto de la esquelética coparticipación provincial que recibe La Matanza.
Fernandismo
En el distrito el oficialismo vivía un clima previo victorioso lo que hizo que no se encendieran todos los motores de campaña. Si bien el Frente para la Victoria (FpV) matancero no descuidó detalles durante la jornada electoral pero sabían que no había enfrente construcción política capaz de confrontar con la maquinaria oficial.
En tal sentido el intendente electo, Fernando Espinoza, ponía en juego no sólo su continuidad en el cargo sino que se exponía por primera vez al voto popular como máxima autoridad municipal. Una victoria que superó el 50 por ciento le asigna tranquilidad y le asegura capital político para los próximos cuatro años de mandato. Otra lectura posible es que Espinoza aventajó a su más inmediato perseguidor (Julio Rubén Ledesma) por más de 36 puntos de diferencia.
Sobre un total de 2.083 mesas el escrutinio provisorio alcanzó a 1.979; lo que representa casi un 73%. Hasta el momento el oficialismo (Espinosa) consiguió 149.945 votos, mientras que Unión-PRO (Rubén Ledesma) sumó 68.686 y la Coalición Cívica (Juan Artola) 51.515. Por su parte la pata peronista de UNA (Ariel Martínez) alcanzó 18.548 y la radical 16.754. En tanto que la UCeDe, que llevó al empresario Ricardo Maidana, conquistó 15.108 votos y el Partido Socialista Auténtico se ubicó en octavo lugar con 9.106 sufragios.
Más allá de reconocer a Alberto Balestrini como su conductor político, el jefe comunal tendrá la chance de empezar una gestión con vuelo propio y darle su propio perfil al futuro gabinete municipal. Cuando se produjo la transición de 2005 Balestrini monitoreó de cerca y apuntaló a algunos funcionarios de estrecha confianza.
Luego del triunfo Espinoza declaró que es partícipe de “oxigenar las administraciones de gobierno”, dando así un anticipo que su futuro gabinete tendrá cambios. Allí el “fernandismo” ocupará plazas en detrimento de los “balestrinistas” que con seguridad emigrarán rumbo a La Plata para acompañar al jefe político.
uLa repartija
Con estos guarismo provisorios, se abrió rápidamente la discusión sobre cómo se distribuirán los 12 concejales que se renovaban en esta elección. Algún pícaro (y también algún medio de comunicación oficialista) salió a decir que el Frente para la Victoria retenía 10 concejales y los dos restantes se lo repartirían Unión-PRO y la Coalición Cívica.
Si bien aún falta que se exprese la justicia electoral, ya el propio jefe comunal señaló que el oficialismo habría sumado 8 bancadas, Unión-PRO dos y la Coalición Cívica una y con grandes chances de que sean dos. Si la fuerza de Elisa Carrió no alcanza los votos para sumar el segundo edil, ese lugar iría para el Frente para la Victoria.
Algunos habían anunciado que en La Matanza los ciclos políticos no se extendían más allá de los dos períodos (ocho años) al frente del Departamento Ejecutivo. Había ejemplos que abonaban esa hipótesis: Federico Russo (intendente 1983/1991) y Alberto Pierri retuvo el poder municipal entre 1991 y 1999 (Héctor Cozzi y Francisco Dileva).
Precisamente el balestrinismo cumplía ocho años administrando la comuna, pero ese fantasma de los ciclos políticos lanzado durante la campaña se derrumbó el domingo 28 de octubre por la noche.
La construcción política realizada por el futuro vicegobernador de la provincia de Buenos Aires resultó ser más perdurable que la de sus antecesores lo que le está asegurando al menos una continuidad de 12 años al frente del distrito más importante del conurbano.
Alberto Balestrini ha demostrado un crecimiento, como figura política, en su liderazgo más allá del distrito. Pero para eso debía tener asegurado el poder territorial sin atenuantes y lo hizo marcando una amplia diferencia con las expresiones opositoras que se presentaron con alguna ilusión.
De un perfil público súper bajo, el actual diputado y presidente de la Cámara baja viene tejiendo su futuro político aprovechando la coyuntura política nacional que lo muestra a él como una figura de la renovación del peronismo bonaerense. Su imagen de dirigente no “manchado” es utilizada por el kirchnerismo y Balestrini a su vez usufructúa el envión ganador que protagoniza el matrimonio patagónico.
Sin embargo, a partir del 10 de diciembre, cuando se transforme formalmente en el vicegobernador de Daniel Scioli se acabarán los tiempos de las excusas. Ya no se podrá derivar cualquier reclamo de mejora estructural (y también en el día a día) en falencias presupuestarias producto de la esquelética coparticipación provincial que recibe La Matanza.
Fernandismo
En el distrito el oficialismo vivía un clima previo victorioso lo que hizo que no se encendieran todos los motores de campaña. Si bien el Frente para la Victoria (FpV) matancero no descuidó detalles durante la jornada electoral pero sabían que no había enfrente construcción política capaz de confrontar con la maquinaria oficial.
En tal sentido el intendente electo, Fernando Espinoza, ponía en juego no sólo su continuidad en el cargo sino que se exponía por primera vez al voto popular como máxima autoridad municipal. Una victoria que superó el 50 por ciento le asigna tranquilidad y le asegura capital político para los próximos cuatro años de mandato. Otra lectura posible es que Espinoza aventajó a su más inmediato perseguidor (Julio Rubén Ledesma) por más de 36 puntos de diferencia.
Sobre un total de 2.083 mesas el escrutinio provisorio alcanzó a 1.979; lo que representa casi un 73%. Hasta el momento el oficialismo (Espinosa) consiguió 149.945 votos, mientras que Unión-PRO (Rubén Ledesma) sumó 68.686 y la Coalición Cívica (Juan Artola) 51.515. Por su parte la pata peronista de UNA (Ariel Martínez) alcanzó 18.548 y la radical 16.754. En tanto que la UCeDe, que llevó al empresario Ricardo Maidana, conquistó 15.108 votos y el Partido Socialista Auténtico se ubicó en octavo lugar con 9.106 sufragios.
Más allá de reconocer a Alberto Balestrini como su conductor político, el jefe comunal tendrá la chance de empezar una gestión con vuelo propio y darle su propio perfil al futuro gabinete municipal. Cuando se produjo la transición de 2005 Balestrini monitoreó de cerca y apuntaló a algunos funcionarios de estrecha confianza.
Luego del triunfo Espinoza declaró que es partícipe de “oxigenar las administraciones de gobierno”, dando así un anticipo que su futuro gabinete tendrá cambios. Allí el “fernandismo” ocupará plazas en detrimento de los “balestrinistas” que con seguridad emigrarán rumbo a La Plata para acompañar al jefe político.
uLa repartija
Con estos guarismo provisorios, se abrió rápidamente la discusión sobre cómo se distribuirán los 12 concejales que se renovaban en esta elección. Algún pícaro (y también algún medio de comunicación oficialista) salió a decir que el Frente para la Victoria retenía 10 concejales y los dos restantes se lo repartirían Unión-PRO y la Coalición Cívica.
Si bien aún falta que se exprese la justicia electoral, ya el propio jefe comunal señaló que el oficialismo habría sumado 8 bancadas, Unión-PRO dos y la Coalición Cívica una y con grandes chances de que sean dos. Si la fuerza de Elisa Carrió no alcanza los votos para sumar el segundo edil, ese lugar iría para el Frente para la Victoria.
entrada de CASANOVA HOY | 20:29
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